viernes, 8 de marzo de 2013

Entrevista de Antonio a Jason

Hemos quedado en un bar de carretera. Lo más parecido a un lugar fronterizo en esta isla de contrastes. Un invierno hacia dentro y un verano hacia fuera, dos caras, un equilibrio, el lugar elegido por nuestro protagonista, que une raíces de diferentes continentes y tradiciones anglo-sajonas e ibicencas. Ser isleño es en sí ya una patente, ser de Eivissa es una particularidad especial, y ser Jason es una categoría única dentro de las mil divisiones y etiquetas de las que vivimos rodeados.
Sin embargo él, Jason Roig Squire, el escudero rojo, vive con tanta naturalidad toda esa mezcla de particularidades, que no es consciente de su exclusiva personalidad.
    Frente a un “pelotazo” y un vino tinto, exponemos un intercambio de preguntas, reflexiones, respuesta, sin hilo, disperso, y con la convicción de no saber claramente si respondemos al ejercicio planteado.
La principal preocupación de Jason consiste en mantener el intelecto ocupado, en ejercitar la mente a través de preguntas y contraste de información, sin embargo tras el instituto dejó de estudiar. Según él mismo, le gustaba todo y no le atraía nada.
Pasó de la idea de ser ciclista profesional al deseo de ingresar en el ejército inglés, dónde se quedó a una entrevista de engrosar las filas militares. Su interés, entrar en el grupo de explosivos y detonaciones, para aprender a demoler infraestructuras. Su idea, sencilla, reventar las construcciones de la isla, discotecas, gasolineras, GESA, hoteles…
“Mi intención era cargarme el modelo, cargármelo todo. Y luego, bueno, luego ya veríamos. Cuando no haya nada, tendrá que haber una alternativa. Hay territorio, algo se podrá hacer. Yo la alternativa aún no la tengo. Pero bueno la política funciona un poco igual”. Ríe bien alto, y gesticula un poco descoordinadamente con sus brazos y manos largas.
P: ¿No crees en la Humanidad?
R: Yo es que en realidad a cada rato veo el desastre en la humanidad. El ser humano tiene potencial, pero se encamina al desastre. Según veo yo la historia de la humanidad, es un fracaso rotundo del ser humano con respecto a su potencial y su relación con el medioambiente. Si me pongo a pensar, se me carga un rencor hacia la humanidad grande.
P: ¿Cómo descargas de ese peso?
R: Con el Yoga. Bueno, o con una gripe fuerte, fuerte, eso que ya te deja tan fuera que no piensas en nada. Yo con el yoga, no sé, me ilumino o algo, mi energía fluye por canales distintos al del intelecto. Con el yoga, quedas muy tranquilo. Me deja como un mero observador, para mí es un estado ideal. Haciendo posturas te cambia toda la energía de tu cuerpo.
    Desde el yoga, Jason se siente un aspirante a la espiritualidad, entendida cómo acercarse al cuerpo y a la naturaleza un poco más, buscar una armonía y una elasticidad. Este punto de vista afecta también a los procesos intelectuales de los que hablábamos al principio.
    “Hasta ahora los proyectos y las relaciones los había abordado desde las ideas, desde conceptos, si estas de acuerdo o no con esto. Desde hace un tiempo empiezo a creer más en las energías, la energía de la gente, lo que te transmite la gente. Son sensaciones sobre todo. Respuestas emocionales a críticas, o forma de debatir ideas, el nivel de flexibilidad de la gente. En los proyectos de grupo, que te enriquezca el proceso, , que sea creativo y productivo.”
    A cada respuesta, Jason tiene una pausa, piensa en lo que ha dicho, y lo vuelve a apuntillar, añadiendo en cada nueva reflexión una nueva duda, haciendo crecer cualquier tema hasta el infinito reflexivo. Antes dice que era peor, ahora aporta la conclusión final: “En las preguntas tengo un punto de cobardía, antes perseguía las preguntas, pero te llega a llevar a la locura. Ahora prefiero sentir como fluyen las cosas, no siempre necesito respuestas.”


En un primer abordaje queda claro que una entrevista que nos enganche ha de ser ágil y tratar sobre algo que nos interese. Automáticamente caemos en la cuenta que llevamos 10 minutos reflexionando sobre este punto, con lo que concluimos que de nuestra entrevista ya se habría desenganchado todo el mundo.

No sé qué quería ser de pequeño. Dicen que quería ser payaso.
En el instituto dejé de estudiar. Me interesaba todo y no me atraía nada.
En la adolescencia pensé que a lo mejor podría ser ciclista profesional.
Con 17 años quise entrar en el ejercito inglés y hacerme militar profesional. Me interesaba aprender de demoliciones y entrar en la unidad de los Gurkas, para reventar construcciones en la isla (discotecas, gasolineras, GESA).
Mi intención es cargarme el modelo, y luego ya veríamos. Cuando no haya nada, tendrá que haber una alternativa. Hay territorio, algo se podrá hacer. Yo la alternativa aún no la tengo, pero bueno, la política funciona igual.
A mí me determina mucho cómo percibo el entorno y la humanidad.
El Yoga (y una gripe fuerte) me permite no pensar en nada, me ilumino o no sé lo que me pasa – mi energía fluye por canales distintos al intelecto - . Si pienso, se me carga un rencor hacia la humanidad grande.
Veo el desastre de la humanidad. El ser humano tiene potencial, pero se encamina al desastre. Según veo yo la historia de la humanidad, es un fracaso rotundo, con relación a su potencial y a su relación con el medio ambiente.
Yo si pienso, lo soluciono fácil, la cuestión emocional, en el día a día, es lo que más me cuesta gestionar, cuando veo basura en la carretera, cosas empaquetadas en el supermercado.
El 15 M creció a base de palos, en cuanto les dejaron de hacer caso, perdieron la fuerza.
Al final te mueves por motivaciones que en la perversión del sistema, te han sido impuestas, y asumes como propias.
No he llegado a pensar lo que es innegociable en la vida. En cuanto a los principios.
No me gustan las drogas por temas de salud.
Mis propias capacidades me hacen juzgar a los otros sobre lo que soy capaz. Dietas, dejar de fumar, esto o lo otro, me cuesta mucho, prefiero no escuchar. Yo esa debilidad no la tengo, si decido que no he de hacer algo, no lo hago.
. Las adicciones yo las interpreto como hábitos. El mío es utilizar el intelecto, en detrimento de lo físico, lo emocional o lo sexual. Mi vicio es estar en la nube

La espiritualidad:
Espiritualidad, en equilibrio, armonía y en paz. La idea de la divinidad, me parece ya una consideración intelectual.
En general somos seguidores, pero hay pocos generadores.
El milagro de la vida, me parece fascinante, el instinto de supervivencia del cuerpo, del físico, del soporte.
Para mi la divinidad es lo inexplicable.
Mi vida está construida alrededor de la duda.
Mi vida tiene este tiempo, tengo esta energía, me siento a gusto con esto o esto otro, pero necesito que las cosas me hagan sentir bien. Que haya una respuesta, bien para ti y para los demás.
Me vienen temas sociales, aunque no sea muy participativo, como el club de ajedrez. Había gente con el interés, por lo educativo y porque puede ayudar, pero luego los procesos y lo que pensamos uno y otro, hay que tener cuidado con las energías, manejando las mismas palabras, se pueden decir cosas muy diferentes.  Y con amigos, puedes crear una energía creadora.
La vivienda, alquiler muchos. Entorno interesante. Me interesan las cooperativas de viviendas. Ahí hay una fuerza creativa muy interesante.
Lo fácil es caer en lo fácil.
De momento habré respondido un 50% a las oportunidades que me ha dado la vida, que he dejado pasar cosas por vagancia. Si identifico bien la causa a la que me voy a dedicar puedo establecer una disciplina, si no soy disperso, por intereses e inquietudes. Imaginación y mente abierta, te lleva a que te atraigan muchas cosas.
Cuando no entiendes lo que dice alguien, o no lo escuchas, estás más atento a otras cosas, cómo gesticula, cómo reaccionan, su energía, quién se impone, etc… Para mi es importante cómo me dicen las cosas, le doy mucho peso al concepto y al razonamiento, con lo que pierdo parte de ese entorno.

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