viernes, 8 de marzo de 2013

5 personajes - Guillermo


Fran acudió a la cita en coche después de un largo viaje desde Paysandú. La travesía es una ruta desierta que serpentea las praderas situadas al este del río Uruguay. Es el veterinario de un establecimiento rural de la zona. Sigue soltero, confiesa que todas sus relaciones sentimentales han sido un fracaso. Desde el secundario no le hemos conocido una relación estable. Está inmerso únicamente en su trabajo, cosa que lleva a la perfección. Es tan tímido como meticuloso, seguro ha repasado varias veces sus planes de ruta hasta llegar aquí.
Sebastián despertó aturdido. Dijo que al recibir la noticia no daba crédito de la sorpresa y sacó billete en el primer tren de la mañana. Es técnico de medio ambiente en una planta depuradora de aguas instalada en Colonia. Con su mujer llevan una vida tranquila y sencilla. Son amantes del Río de la Plata y de la vela. Su padre fue el primer hombre que cruzó a nado hasta Buenos Aires. Jura que algún día lo intentará.
A Rodrigo le cogió la llamada en la imprenta editando su número mensual de ‘MalArte’, una publicación cultural que dirige hace años con poco dinero y mucho sacrificio. El resultado: el de un equilibrista profesional que ama lo que hace sin importar el riesgo que corre en ocasiones. Es una persona tremendamente creativa.
 Beatriz llegaba a la cita luego de dar un concierto en Porto Alegre. Se ha convertido en una gran violinista y sobre todas las cosas disfruta de lo que hace. La melodía de su stradivarius aún nos sigue enamorando a todos. Recuerdo los solos que nos daba en el café de la estación todos los sábados. Las calles adoquinadas de la ciudad vieja, el olor a puerto, historias de cafetines y el violín que lo envolvía todo. En fin, un tiempo que ya no volverá.
Acudí en mi moto a la reunión. Salí de Montevideo rumbo a Maldonado. Unas dos horas de viaje hasta el corazón de las sierras. El punto de encuentro: el Cerro Catedral, 514 metros de ascensión hasta la cima. Habían pasado años sin estar todos juntos nuevamente. Se detuvieron el reloj y nuestras vidas en la altura. Soplaba el viento Atlántico. Una suave melodía abordó la cumbre.  

No hay comentarios:

Publicar un comentario