sábado, 9 de marzo de 2013

El último encuentro - Antonio


“Mis recuerdos no son claros. Sé que fue la última vez que los vi a todos juntos, el verano del 2012…  El grupo134 al completo. Fue en mi casa, bajo la parra. Ya digo que mis recuerdos son difusos. Aparte del grupo, había otras personas, las parejas de algunos de nosotros, y algún amigo más. Era un día especial, nos habíamos entrevistado por parejas,  y teníamos que leer lo que habíamos escrito de cada entrevista. Me gustaría recordar cómo se juntaron las parejas, pero sólo estoy seguro de que yo entreviste a Jason. Era el día que despedíamos a Diana. Había un ambiente especial, o eso creo, llevábamos días esperando el momento de compartir las entrevistas. Además habíamos decidido realizar la primera cena del grupo, así que todos habíamos traído algo para compartir después de la lectura. Uf, da un poco de vértigo recordar ahora todo eso. Yo estaba sentado en un sillón bajo en uno de los extremos de la mesa, veía  a todos, en algún momento tuve la vanidad de sentirme como el patriarca de algo. Que estupidez. En algún momento incluso escuchaba dos o tres conversaciones al mismo tiempo. Teníamos ganas de hablar, teníamos curiosidad. Las entrevistas no habían hecho más que aumentar esa curiosidad, ese interés de los unos por los otros. No sé, quizá sin saberlo aún, todos intuíamos algo grande de aquel grupo. Y por tanto, no todo era bello en estado puro, Iván se había entrevistado a sí mismo, haciendo un dibujo desgarrador de sí mismo, sin concesiones, sin escatimar ni un adjetivo duro hacía su propia historia. Siempre había sido así, en caída libre a un vacío no siempre necesitado de un nuevo suicida temporal. Nada que hiciera presagiar su futuro, mírelo ahora, dueño de la mitad de los taxis de la isla. En fin…
Diana, risueña, pálida, un poco desbordada por el grupo, pero feliz. Luego ya se sabe, el viaje a Nueva York, el blog “Cómete la gran manzana”, el contrato con la editorial Mondadori, los libros, los premios, la prensa rosa… Bueno, el paquete completo. La vi hace unos días en un reportaje de la tele, por lo del Cervantes, ha envejecido bien.
Rocío también estaba habladora, siempre dispuesta a hurgar medio centímetro más en todas las caras de un tema, estoy seguro que nunca creyó que hubiese una cara oculta en la luna. Ahí la tienes, el último premio nobel español. Mantiene el contacto, eso siempre, pero está demasiado ocupada. Eso sí, siempre pasa a saludar cuando está por la isla.
De verdad que siento no recordar todos los detalles. Habría que preguntarle a Romanie, sí la pintora, ella siempre estaba muy preocupada por la percepción de las personas, por la impresión de cada momento, creo que veía a cada persona como un prisma que recogía la realidad, y ésta no existía hasta que unía todas su versiones. Quizá sea eso lo que la ha llevado a ser la artista total que es considerada hoy en día. Estuve en su última exposición, la antología de los últimos 30 años, en el Museo Thyssen. Tuve que pagar por entrar. Sé algo más de Jason, él siempre ha sido más social, más realista, me sorprendió que se convirtiera en campeón de ajedrez mundial, no sé, no pegaba con el perfil, un tipo cuerdo como él. Pero en fin, cada uno hace sus elecciones, y las suyas han sido las acertadas con el tiempo. Ya le digo, sé más de él, viene a verme todos los meses.
Ahora recuerdo que Guille vino con el ordenador y puso un trozo de la entrevista con Marcela. No recuerdo detalles, pero sé que ambos trabajaron mucho. Dos personajes interesantes, emprendedores. Él más extrovertido y ella más introvertida, pero ambos con las cosas claras, como ha demostrado el tiempo. Hace unos meses Guille vendió su sitio web de venta de libros, bueno ya se sabe, está en todos los diarios económicos de internet, la venta más alta de la historia de la red. No creo que vuelva a trabajar. Marcela por su parte, hace mucho que no sé de ella, pero siempre envía un mail por Navidad, desde dónde quiera que éste en el mundo en ese momento, viaja mucho, con todo el tema de sus terapias alternativas y los centros de atención gratuitos que ha creado. Una gran mujer.
A Pau lo veo más, claro, siempre ha sido así, nosotros siempre hemos estado en la isla, y, ahora, claro, compartimos habitación en la residencia. Hemos tenido reconocimiento, de alguna manera, pero siempre hemos estado fuera de los circuitos oficiales. En el grupo cada uno ha tenido un poco lo que merecía, al parecer, aunque creo que tanto Pau como yo merecíamos una enfermera algo más guapa que usted.”

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