Era una soleada mañana de
primavera. El aire era fresco y limpio después de unos días de lluvia y viento.
Jason estaba en su habitación ordenando sus soldaditos de plomo en la repisa de
la ventana de su cuarto, preparando las posiciones de sus combatientes que se
disponían una vez más, otra guerra entre los dos bandos(redundante). Mientras
los alineaba, buscaba posiciones y estrategias nuevas para que la lucha fuera
mejor y diferente… de pronto este mundo fue interrumpido por el sonido de alguien
que tocaba a la puerta de su casa y por la voz de su madre que le pedía si por
favor podía atender la puerta por ella.(redothat)
Jason fua a la puerta dando
brincos, era un chico muy sociable y le encantaban las visitias. Al abrir la
puerta se encontró con un hombre al que no conocía de nada que dijo que venía a
ver a Juan, su padre. Jason se lo mira. De pronto todo ha cambiado y siente
cómo le invade un peso por todo el cuerpo. Jason no le dice nada, ese chico tan
sociable tiene una expresión de enfado en el rostro y un nudo en la garganta.
Todo esto fueron unas fracciones de instante mientras se gira corriendo hacia
el comedor y con la voz como de otra persona le dice a su madre que hay un
hombre en la puerta que quiere hablar con su padre. Su madre se levanta y
camina hacia la puerta con cautela, sin saber qué es lo que se va a encontrar.
Se miran y ella dice “Mario!” y al pronunciar la última vocal le sale una voz
rota y consigue decir “Juan ya no está….”y se rompe a llorar, Mario entra y la
abrazo fuerte y se pone a llorar con ella, en este momento, que Jason había
estado mirando desde la cocina, arranca acorrer y se mete en su cama y tapa su
cabeza con un cojín para no oír más dolor. Ahora entiende que Mario era un
amigo de su padre que había estado estos últimos años en Argentina, y lo
primero que quiso hacer al volver era ver a su gran amigo y se encontró con que
éste había fallecido hacía tres años de un ataque al corazón. Esta casa
aparentemente se había recuperado de este drama y hacía ya dos años que todo
parecía que había vuelto a la normalidad cuando de pronto la visita de Mario
había demostrado que las heridas aún estaban abiertas y el dolor no había
cesado. Jason pasó de sentir rabia hacia Mario al preguntarle éste por su
padre, a no poder soportar otro llanto
de pena de su madre, se sentía incapaz de consolar ese dolor. Ese día fue
cuando su mente poderosa decidió tomar las riendas de las emociones y no
acercarse a nada que pudiera hacerle sentir esa desesperación que su mente
calificaba de inútil.
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