martes, 15 de enero de 2013

Acelgas - Jason


         Acelgas, se estaban perdiendo pasto de las llamas. Hay quien pensaría que fue intencionado, magia negra, por la forma humana que adquirieron las llamas. En el pueblo ese punto se debatió largo y tendido, pero no conociendo nadie a ningún brujo en la zona, parecía harto improbable. Los más racionalistas hablaron de casualidad, los religiosos de castigo divino u advertencia, pero lo cierto es que Juan Posadas, su mujer y sus dos hijos, se quedaron sin acelgas ese invierno. Sin ese aporte los guisos se hacían más pasados , les falta la frescura de lo verde. Juan llegó a resentirse a causa de esa ausencia en su dieta, hasta el punto de tener que pasarse a herviditos y plancha. Perdió unos cuantos kilos y pareció rejuvenecer, y cuando otras familias enferaeron por acumulación de metales pesados en el higado, provenientes de esas acelgas que tan bien se alimentaban del combustible de los coches en las veras de la carretera, todo el mundo empezó a especular que si en vez de una aparición maligna esas llamas fueran la manifestación de un angel salvador para la familia Posadas. Lo cierto es que sólo quemo las acelgas que les pertencía recojer a ellos. Fuera como fuere, aprendieron todos que la acelga es buena, más no lo es recojida a la vera de la carretera.

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