Acelgas - Jason
Acelgas, se estaban
perdiendo pasto de las llamas. Hay quien pensaría que fue intencionado, magia
negra, por la forma humana que adquirieron las llamas. En el pueblo ese punto
se debatió largo y tendido, pero no conociendo nadie a ningún brujo en la zona,
parecía harto improbable. Los más racionalistas hablaron de casualidad, los
religiosos de castigo divino u advertencia, pero lo cierto es que Juan Posadas,
su mujer y sus dos hijos, se quedaron sin acelgas ese invierno. Sin ese aporte
los guisos se hacían más pasados , les falta la frescura de lo verde. Juan
llegó a resentirse a causa de esa ausencia en su dieta, hasta el punto de tener
que pasarse a herviditos y plancha. Perdió unos cuantos kilos y pareció
rejuvenecer, y cuando otras familias enferaeron por acumulación de metales
pesados en el higado, provenientes de esas acelgas que tan bien se alimentaban
del combustible de los coches en las veras de la carretera, todo el mundo
empezó a especular que si en vez de una aparición maligna esas llamas fueran la
manifestación de un angel salvador para la familia Posadas. Lo cierto es que
sólo quemo las acelgas que les pertencía recojer a ellos. Fuera como fuere,
aprendieron todos que la acelga es buena, más no lo es recojida a la vera de la
carretera.
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