Hay un hombre o no
lo hay. Es de fuego. Me viene a la cabeza un grito: al lobo, que viene el lobo!
Al hombre, que viene el hombre! Y es de fuego. El hombre de fuego llegó hace
poco. Ha recorrido los caminos en busca de otro de su especie. Definitivamente
busca un abrazo. Pero su abrazo es de muerte. Todas las especies se retiran,
huyen de él. Se siente solo.
A veces se gira y
observa lo que queda a su paso: la misma soledad que encuentra enfrente.
Ve algo moverse
delante suyo, y corre hacia eso gritando: ¡Oye, para! Pero "eso" pasa
de largo. Descubre que ya no puede seguir más. Vuelve otra cosa similar a la de
antes ¡Para! ¡Un abrazo! Nada.
Poco a poco su
cabeza se deshace en humo, ya no quiere seguir pensando, el cuerpo va
menguando...
Estoy triste.
¿es tan raro querer
morir abrazando?
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