martes, 8 de enero de 2013

Escuchando René Aubry - Romanie


“El baile de la luz y el viento”

Una planta con extremidades finas y largas crece buscando la poca luz que sus vecinos árboles le dejan. Hoy sopla el viento de levante y las dos ramas más altas se sacuden, bailando el lenguaje de su diálogo.
El calor del sol se sortea al mismo ritmo del viento. Una rama de la planta, la más robusta y alta, se mantiene ambiciosa y recta, solo dejando vibrar al baile, dos hojas de su amor. La rama más flexible y fina baila rápidamente al viento abrazando y acercándose al calor de su rama recta. Hay un diálogo. La rama más alta y recta crea el sonido de la atención y enfoque, mientras que la más fina, flexible y movida le transmite el sonido del amor. Primero suena una, y después la otra. Cada vez existe menos espacio entre vibraciones hasta que al final escucho la armonía que ofrecen fundidas en el conocimiento de que son partes imprescindibles dentro del mismo cuerpo que baila.

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