Años después - Antonio
Años después, frente a la misma taza que en su día le regalé, tomaba café con él y le confesaba que tenía una aventura con su mujer. Nunca fuimos amigos, y es algo que ya no seremos, nunca nos apreciamos realmente, y eso tampoco cambiará. Pero allí, solos en su pequeña cocina, con el café humeante, por primera vez, aprendimos a respetarnos. Todo bien, me dijo, pero llévate la taza, no os quiero volver a ver a ninguno de los dos.
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