-Pásame el caldero, con
agua hasta la mitad,
-Este chico no tiene gusto
para nada, estos calderos están demasiado brillantes.
-No importa servirán.
Primero picamos muy fina una cebolla china, zanahorias…y las ponemos a hervir a
fuego fuerte, pásame las ranas de la nevera,
-No las encuentro
-Son las que están en el
plato blanco
-Pero que les ha pasado a
estas ranas! Donde están las cabezas, y las entrañas que son lo más bueno?!
-Se las quite, tiene que
pasar por tofu. No quiero asustarlo desde el principio. Aunque seguro que se
las comería dije sonriendo
Mi amiga Maya puso los ojos en blancos, no podía creer lo que estaba
ocurriendo, ella era una bruja muy tradicional y yo desde hacia tiempo estaba
innovando en cosas demasiado nuevas para su gusto. Mientras esperábamos a que
el caldero hirviera se puso a registrarlo todo y murmurar.
-No me gusta, no me gusta nada. Tiene demasiados libros. Estos son los
peores se creen que lo saben todo y un día les muerde un lobo y ni se enteran. Como es posible. Acercó
lo mas que pudo su nariz puntiaguda hasta la estantería y leyó con dificultad,…
Introducción a la antropología general. Orígenes de los instrumentos de música,
antropología estructural, dio un paso a
la izquierda y continuo leyendo, diccionario, diccionario, diccionario, ¿!pero cuantos
diccionarios necesita una persona!!!
Llame a Maya para que me ayudara en la cocina antes que le diera un
disgusto monumental.
-ya esta
hirviendo, le dije, ahora viene lo complicado, la receta familiar es muy
estricta con los tiempos. Primero ponemos 4 antenas de ciempiés atrapados a la
luz de la luna… mire la estantería interminables de especias que tenía Antonio
Y encontré azafrán. Puse cuidadosamente una por una las hebras. Mientras
murmuraba la primera parte del conjuro.
-Pero si eso no son antenas de ciempiés!!!
Dijo maya con la boca muy abierta.
-No, esto es mucho mejor. El antiguo oro
rojo. Si mi tatatatarabuela lo hubiera conocido seguro que lo hubiera escogido
a esas insulsas antenas.
Ahora un cuarto de tacita de sangre de
vampiro. Volví a mirar y coloque la
salsa de soja en el descascarado cuenco de mi abuela y mientras lo vertía en el
caldero murmure la segunda parte del conjuro.
Con mucha atención maya miraba como giraba
delicadamente la pócima con la cuchara de madera. Una vez a la derecha y cuatro
a la izquierda.
La tercera parte del conjuro era la mas
difícil. Ella lo sabia por eso se mantuvo en riguroso silencio. Una cucharadita
de tierra de cementerio. Cogi el comino con cuidado y en forma de lluvia lo
dejé caer sobre la pócima de amor.
-A no!!! Eso si que no!!! Gritó maya. Eso es un despropósito, este conjuro tiene un
aspecto calamitoso, si tu tatarabuela lo viera se quedaría seca de disgusto.
-O se tomaría dos cuencos dije yo muerta de
risa al ver a mi querida amiga perder el juicio. No te preocupes servirá. Estoy
segura. Él es el escogido. Lo supe cuando lo vi por primera vez, fue hace
tiempo, he tenido que esperar muchísimo para
que estuviera preparado, pero no tengo ninguna duda.
-Por ultimo… Un pelo... Me arranque uno, lo
lave con cuidado bajo el grifo y lo eche
en el caldero, una gran bola de vapor salio del preparado mientras levantaba
los brazos a la luna llena que entraba por la ventana de la cocina. Di por
finalizado el hechizo y apagué la lumbre justo a tiempo, me mire con maya
mientras oíamos el ruido de la lleve entrar en la cerradura.
-En un segundo Maya se transformo en una
preciosa gatita siamesa que salio corriendo a enroscarse a los pies de Antonio,
que la miro sorprendido.
Hola cariño le dije mientras iba a su
encuentro, espero no te moleste la traje para que no se quedar sola otra vez
todo el fin de semana.
El me abrazo y me beso con el cariño
acostumbrado. Miro a la cocina y al caldero que aun burbujeaba.
- que sorpresa, y que
bien huele, que es?
Una sopa china de tofu! Receta de familia. Es muy especial. Espero que
te guste.
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