(Silvia)
Tomó impulso y saltó. Sus piernas le
propulsaron ágilmente, obedeciendo a la perfección. Fue un salto magnífico que
le permitió alcanzar la cubierta del edificio del otro lado de la calle.
Ochenta pisos más abajo el tráfico colapsaba los cuatro carriles y el sonido de
los cláxones se mezclaba con el de algunas sirenas en carrera inútil, pero él
no lo oía, estaba demasiado concentrado en su carrera. Una silueta oscura le
perseguía, alguno de los matones de Mortax. Era el mismo tipo que le había seguido
desde que salió del laboratorio y que le había cortado el paso provocando el
accidente. Entonces había pensado que lo dejaría atrás subiendo a lo más alto
del edificio, pero el cabrón tenía implantes de escalada, igual que él. Así que
probó si tenía también implantes de salto.
Se giró, sin dejar de correr, para
descubrir la oscura silueta en el aire, en pleno salto entre edificios. Tenía
un arma apuntándole. Se detuvo tras una caseta de escalera e interceptó a su
rival al pasar junto a él, con un golpe seco en el brazo que provocó que la
pistola saliera volando. Al fin le veía la cara. Reconoció a su antiguo
compañero, pero su mirada había cambiado, ahora era un autómata. Sin dudar, le
propinó una patada en las costillas que le hizo caer de espaldas y desplazarse
por el suelo hasta chocar con el peto de la barandilla. Aprovechó el instante
de aturdimiento para levantar a aquel autómata por las solapas del cuello y
lanzarlo al vacío, esperando que no tuviera también implantes de vuelo.
Comprobó cómo caía y se centró en su
misión. Debía entregar la información que llevaba grabada antes de que
intentaran arrebatársela de nuevo. No había tiempo que perder, Mortax, sin
duda, sabía dónde se hallaba. Analizó a qué distancia se hallaba del punto de
entrega: 3.487metros en dirección SO.
Tomó impulso y saltó al edificio vecino. Mientras corría cruzando las cubiertas
calculaba la distancia e impulso necesario para el siguiente salto.
Avanzaba deprisa a 250 metros de
altura. Ya estaba alcanzando su objetivo cuando, en pleno salto, siendo blanco
suspendido en el aire entre dos edificios, sintió un agudo dolor en el costado.
Una flecha le había alcanzado provocando, además, la desviación de su
trayectoria y precipitándole al vacío. En plena caída distinguió la silueta de
un arquero sobre un edificio cercano preparando una nueva flecha.
El suelo se aproximaba a gran
velocidad. Era el momento de probar su nuevo implante de caída. Adoptó la
postura del gato en caída libre y aguantó la respiración. Aterrizó sobre las
cuatro “patas” con la delicadeza del felino, pero una punzada de dolor en el
costado le hizo apretar los dientes.
Se hallaba frente al edificio donde
debía entregar la información. Aprovechando el impulso de la caída saltó
cruzando la calle y alcanzando la tercera planta, donde una ventana permanecía
abierta. Aterrizó en una sala luminosa y vacía. Cerró la ventana al tiempo que
una flecha se estrellaba contra el cristal. Examinó mentalmente la distribución
de la planta donde se hallaba y supo dónde encontraría a la doctora Marshall.
Dirigió sus pasos hacia ella. La encontró sentada al ordenador y los ojos de
ella reflejaron alivio al verle.
Abrió la tapa del pequeño
compartimento que alojaba en su antebrazo y extrajo un chip. Se lo entregó.
Misión cumplida.
Observo como la doctora introduce el chip en
un cilindro plateado, gira unas anillas y se desmaterializa frente a mis ojos.
Soy agente de la compañía desde hace mas de 4 años y todavía no me acostumbro a
algunas cosas.
Siento un dolor intenso en el costado y a
medida que me desvanezco veo como la doctora viene corriendo a mi encuentro.
Unas manos muy frías me abstraen del sueño,
me siento sobresaltado, hasta que veo el bello y metálico rostro de Mok. esta
imagen me tranquila siempre, ya me ha salvado la vida21 veces.
-buenos días agente 53. Esta vez no ha sido
muy grave, me dijo con su suave he inexpresiva voz de androide, hemos tenido
que remplazar el implante de caída, 2 costillas y un pulmón, pero las
nanosondas ya lo han corregido y ahora
trabaja óptimamente, serán eliminadas en las próximas 19 hs.
Entra la doctora Marshall con una media
sonrisa.
-cómo se encuentra agente?
- al parecer perfectamente reparado doctora ,
digo mientras le guió un ojo a Mok. Y la misión?
-está en un punto muy frágil. Hemos analizado
los datos y confirmado nuestras sospechas. La legión gris ya ha comenzado a
montar su arma en la base lunar. Según la información del chip, están mas
avanzados de lo que esperábamos. Tengo que informarle que le hemos escogido
para viajar a la luna y destruir esa maldita base. Tendremos que estar listos
en menos de un mes o ya no podremos detenerlos.
Siento como se oprime mi recién reparado
pecho al pensar en la difícil tarea que se me están encomendando.
-
Estaré
listo doctora. Tengo malas noticias, el que me atacó fue el agente 27. Se ha
convertido en autómata. Con el ya son casi10 agentes perdidos. Tenemos que
hacer algo.
-
Estas
son muy malas noticias agente. Aunque no nos sorprende, perdimos contacto con
el hace una semana. Por el momento no hay avances en la vacuna. Intente
mantenerse alejado del gas infecto y no se quite nunca el implante filtrador de
toxinas. Descanse un par de días mientras lo organizamos todos y preparamos los
nuevos dispositivos que requerirá para la misión. Regrese el viernes a las 800
hs así tendrá una semana para familiarizarse con todo. Hay algo más que pueda
hacer por ud?
-
Ahora
que lo dice doctora, si, necesito un geranio mediano blanco 4 capuchinas y un
gato dorado de la suerte. He vuelto a aterrizar el la jardinera de doña Cleo.
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