sábado, 21 de junio de 2014

La misión - Silvia/Anahi


(Silvia)
            Tomó impulso y saltó. Sus piernas le propulsaron ágilmente, obedeciendo a la perfección. Fue un salto magnífico que le permitió alcanzar la cubierta del edificio del otro lado de la calle. Ochenta pisos más abajo el tráfico colapsaba los cuatro carriles y el sonido de los cláxones se mezclaba con el de algunas sirenas en carrera inútil, pero él no lo oía, estaba demasiado concentrado en su carrera. Una silueta oscura le perseguía, alguno de los matones de Mortax. Era el mismo tipo que le había seguido desde que salió del laboratorio y que le había cortado el paso provocando el accidente. Entonces había pensado que lo dejaría atrás subiendo a lo más alto del edificio, pero el cabrón tenía implantes de escalada, igual que él. Así que probó si tenía también implantes de salto.
            Se giró, sin dejar de correr, para descubrir la oscura silueta en el aire, en pleno salto entre edificios. Tenía un arma apuntándole. Se detuvo tras una caseta de escalera e interceptó a su rival al pasar junto a él, con un golpe seco en el brazo que provocó que la pistola saliera volando. Al fin le veía la cara. Reconoció a su antiguo compañero, pero su mirada había cambiado, ahora era un autómata. Sin dudar, le propinó una patada en las costillas que le hizo caer de espaldas y desplazarse por el suelo hasta chocar con el peto de la barandilla. Aprovechó el instante de aturdimiento para levantar a aquel autómata por las solapas del cuello y lanzarlo al vacío, esperando que no tuviera también implantes de vuelo.
            Comprobó cómo caía y se centró en su misión. Debía entregar la información que llevaba grabada antes de que intentaran arrebatársela de nuevo. No había tiempo que perder, Mortax, sin duda, sabía dónde se hallaba. Analizó a qué distancia se hallaba del punto de entrega: 3.487metros en  dirección SO. Tomó impulso y saltó al edificio vecino. Mientras corría cruzando las cubiertas calculaba la distancia e impulso necesario para el siguiente salto.
            Avanzaba deprisa a 250 metros de altura. Ya estaba alcanzando su objetivo cuando, en pleno salto, siendo blanco suspendido en el aire entre dos edificios, sintió un agudo dolor en el costado. Una flecha le había alcanzado provocando, además, la desviación de su trayectoria y precipitándole al vacío. En plena caída distinguió la silueta de un arquero sobre un edificio cercano preparando una nueva flecha.
            El suelo se aproximaba a gran velocidad. Era el momento de probar su nuevo implante de caída. Adoptó la postura del gato en caída libre y aguantó la respiración. Aterrizó sobre las cuatro “patas” con la delicadeza del felino, pero una punzada de dolor en el costado le hizo apretar los dientes.
            Se hallaba frente al edificio donde debía entregar la información. Aprovechando el impulso de la caída saltó cruzando la calle y alcanzando la tercera planta, donde una ventana permanecía abierta. Aterrizó en una sala luminosa y vacía. Cerró la ventana al tiempo que una flecha se estrellaba contra el cristal. Examinó mentalmente la distribución de la planta donde se hallaba y supo dónde encontraría a la doctora Marshall. Dirigió sus pasos hacia ella. La encontró sentada al ordenador y los ojos de ella reflejaron alivio al verle.
            Abrió la tapa del pequeño compartimento que alojaba en su antebrazo y extrajo un chip. Se lo entregó. Misión cumplida.

(Anahi)

  Observo como la doctora introduce el chip en un cilindro plateado, gira unas anillas y se desmaterializa frente a mis ojos. Soy agente de la compañía desde hace mas de 4 años y todavía no me acostumbro a algunas cosas.
  Siento un dolor intenso en el costado y a medida que me desvanezco veo como la doctora viene corriendo  a mi encuentro.
  Unas manos muy frías me abstraen del sueño, me siento sobresaltado, hasta que veo el bello y metálico rostro de Mok. esta imagen me tranquila siempre, ya me ha salvado la vida21 veces.
  -buenos días agente 53. Esta vez no ha sido muy grave, me dijo con  su suave  he inexpresiva voz de androide, hemos tenido que remplazar el implante de caída, 2 costillas y un pulmón, pero las nanosondas ya lo han corregido y  ahora trabaja óptimamente, serán eliminadas en las próximas 19 hs.

  Entra la doctora Marshall con una media sonrisa.
  -cómo se encuentra agente?
  - al parecer perfectamente reparado doctora , digo mientras le guió un ojo a Mok. Y la misión?
  -está en un punto muy frágil. Hemos analizado los datos y confirmado nuestras sospechas. La legión gris ya ha comenzado a montar su arma en la base lunar. Según la información del chip, están mas avanzados de lo que esperábamos. Tengo que informarle que le hemos escogido para viajar a la luna y destruir esa maldita base. Tendremos que estar listos en menos de un mes o ya no podremos detenerlos.
  Siento como se oprime mi recién reparado pecho al pensar en la difícil tarea que se me están encomendando.
-       Estaré listo doctora. Tengo malas noticias, el que me atacó fue el agente 27. Se ha convertido en autómata. Con el ya son casi10 agentes perdidos. Tenemos que hacer algo.
-       Estas son muy malas noticias agente. Aunque no nos sorprende, perdimos contacto con el hace una semana. Por el momento no hay avances en la vacuna. Intente mantenerse alejado del gas infecto y no se quite nunca el implante filtrador de toxinas. Descanse un par de días mientras lo organizamos todos y preparamos los nuevos dispositivos que requerirá para la misión. Regrese el viernes a las 800 hs así tendrá una semana para familiarizarse con todo. Hay algo más que pueda hacer por ud?
-       Ahora que lo dice doctora, si, necesito un geranio mediano blanco 4 capuchinas y un gato dorado de la suerte. He vuelto a aterrizar el la jardinera de doña Cleo.

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