domingo, 22 de junio de 2014

La Riera - Cristina

De repente sentí que algo tiraba de mi hacia abajo, me hundía, sentía como el océano me engullía con toda su fuerza y... en cuestión de segundos me encontré en el fondo del mar. Lo más increíble era que podía respirar y caminar, entonces a pocos metros de distancia divisé mi cabaña. No podía creerlo estaba intacta, corrí hacia ella, abrí la puerta pero no había nada, absolutamente nada vacía solo yo, en ese momento lo entendí todo, mi deseo de salvar mis pertenencias esa idea tan estúpida me había llevado a este mal sueño, cerré los ojos esperando despertar de esa pesadilla y así fue, cuando abrí los ojos me encontré tumbada en la cubierta de un barco pesquero rumbo a mi segunda vida.

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