domingo, 22 de junio de 2014

Domingo - Anahi


Abre los ojos y piensa…papá está en casa.
Baja las escaleras para confirmar. Atraviesa la puerta de la habitación de sus padres y ve las dos siluetas dormidas. Sin hacer ruido se dirige a la cocina. Acerca el taburete a la mesada de la cocina y allí encuentra todo listo para preparar el desayuno. Una lata de leche en polvo, el azucarero, una jarrita metálica vacía, otra con agua y una cuchara sopera. Con cuidado cuenta 6 de leche 3 de azúcar y lo mezcla bien en la jarrita metálica con la cuchara. Vierte un poquito de agua y sigue mezclando, sin poder resistir rápidamente, se mete la cuchara entera en la boca y  cierra los ojos al saborear el manjar. Mientras piensa en las indicaciones que le dio su padre hace unas semanas atrás.
-Bien mezcladito con muy poquita agua y cuando está lista la pastita nos podemos comer una cucharadita. Pero una solita.
Luego termina de poner toda el agua de la jarrita lo menea un poquito más y ya está listo.
Se baja del taburete todavía relamiéndose y sube las escaleras para despertar a su hermano. Lo sacude hasta que se despierta. Aunque todavía es chiquito sabe muy bien lo que eso significa. Papá está en casa.
Bajan corriendo como un rayo, se suben a la cama de sus padres,  trepando por los andamios. Y se lanzan sobre su padre mientras ríen y brincan.
Pero nada ocurre…sigue dormido. Solo hay una solución el besito mágico de los buenos días. Ella  le da uno chiquito en la nariz, pero sigue sin despertar, así que increpa a su hermano Marcos para que la ayude y entre los dos le llenan la cara de besitos.
Mágicamente dos grandes brazos salen de debajo de las mantas y los aprietan fuertemente mientras se escapan algunas cosquillas.
Ojala fuese domingo todos los días!!!

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