martes, 3 de enero de 2012

Biografía Inversa - Iván

En una de las pocas etapas lúcidas de mi vida, dos  años antes de fallecer en un accidente de tráfico, me  dio por escribir sobre mi necrografía, no por gusto, sino  porque nada honorable podía contar en una biografía, y dicen los entendidos que las biografías de uno las carga el diablo y luego las leen sus nietos .
Son las 19:30 de un doce de abril, un  tipo que resulto ser yo está tendido en el asfalto de una carretera comarcal ,me cubre una manta plateada y mi mujer mira ausente hacia donde estoy, sentada  en una piedra ,lo veo todo nítido ,mientras negocio con Caronte, llega  el juez, al  poco dos hombres me meten en una bolsa negra y después en un furgón isotérmico, de  todo esto hay algo que me jode especialmente y es lo rápido que se apresuran todos a borrar los restos que quedan en el lugar donde perdí la vida, las  escobas apartan los fragmentos, y las mangueras mis restos de ADN, lo único que queda diez minutos después y de lo cual me siento orgulloso, es el rayanazo blanco que dejó tallado el chasis de mi coche sobre el asfalto .
Visto desde esta nueva perspectiva, descubro  lo idiota que fui los años que estuve vivo, Tan  solo hay una cosa en la que creo haber acertado y es la previsión de haberme hecho un seguro de vida, Santalucía se encarga de todo, allí  estoy, ahora  toca tanatorio, aun  conservo el sentido del humor, me  ayuda con el pudor que me produce el desfile de amigos, familia, curiosos, enemigos y deudores que pasan por delante de mi caja de madera innoble, nunca  me había visto en decúbito supino y me descubro una nariz más larga de lo que pensaba, no  veo lágrimas, lo cual agradezco, el  velatorio me aburre, de  todos los pésames apenas dos sinceros. Otra vez en la carretera, todas  estas coronas alrededor me parecen un gasto inútil, también  el combustible de todos los coches que siguen al fúnebre, el  conductor del mercedes largo en el que voy hace chistes sobre difuntos y el copiloto se parte, a mi también me hace gracia, soy  el prota, es gracioso, estaría  bien abrir la tapa de la caja y ponerme a reír con ellos, eso  si que sería un buen chiste para el cardiovascular.
Omito lo de la misa que me hacen, solo  decir que el cura es amigo de la familia y se le perdona el que no sea un buen orador. Deceso es sinónimo de fiambre, incluso  las aseguradoras utilizan la poética.Voy a descansar en el nicho 431,me parece un buen sitio, no  quiero fotos en el frontal, antes  de que me metan en el hueco, reflexiono  sobre la rentabilidad de los campos santos, es  el momento crítico, saldo  mi cuenta con el barquero, Javier  llora, y su madre también, y yo, yo un poco, lo justo, lo justo antes de volver a reír desde esta cuarta planta de adosados unicorporales habitados por vecinos parcos en carnes y palabras . 

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