miércoles, 9 de octubre de 2013

Semblanza de Guille - Rozio

Este invierno ha sido el más ventoso en mucho tiempo. Sin ir más lejos, el sábado de la semana pasada llegaron las rachas a 80 km/h

Mi amigo Guille es tan delgado que podía haber salido volando. Igual debería meterse las piedras que pinta Anahí en sus bolsillos, para que no se lo lleve el viento como a Maria Sarmiento.

MI amigo Guille tiene aspecto de serio. Cuando habla, mira intenso y se explica despacio, pensando las palabras, con el rostro concentrado... pero entonces en cualquier momento sonríe y toda esta apariencia se le desmonta y se convierte en un chiquillo con cara de pillo.

Todavía no he dicho lo que más me gusta: cerrar los ojos cuando lee cualquier cosa. Podría leer las instrucciones de una lavadora y me iría dentro del tambor, con los vaivenes de la ropa, bailando....

Así pues, de ritmo lento, alto, flaco, nadie diría que el tipo con el que se cruzó en la calle es honesto, sensible, inteligente, curioso... que convierte las palabras en tesoros. Marino que vino de la otra parte del mundo hasta aquí ¡Que suerte la mía!

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