miércoles, 9 de octubre de 2013

Reflejo en el azulejo - Rozio

Mi nombre es Mike O'Hara. Y soy el tipo que está sentado en el suelo de este baño. De hecho, creo que me he instalado aquí y desde hace un rato que sólo veo el reflejo de mi careto en un azulejo. Ni siquiera estoy borracho ya. Sólo estoy harto.  Salir de aquí supondría llegar por el pasillo a la habitación de mi hotel donde sentiré el mismo desapego que en mi propia casa. Cada año igual. Vivir en un pueblo de mierda, trabajando como un cabrón en la fábrica que me roba la vida, la misma puta lluvia siempre, total para acabar en un lugar como éste, el mismo baño repetido y multiplicado cientos de veces, borracho como una cuba.
Odio este estado de irrealidad en que me digo a mí mismo que no me gusta mi vida. La gente cree que los guiris venimos a eso, a beber como cosacos porque nos gusta. Pero es otra cosa. Bebemos porque sí, porque hemos perdido la práctica de relacionarnos con la gente, porque la soledad es menos pesada y se disipa un rato. Lo más terrible es que creo que bebo porque no se espera de mí otra cosa. Desde pequeño se me ha dicho que no me gustaría mi vida, que no amaría a mi esposa y que si iba a encontrar algo de felicidad era durante unas cortas y etílicas vacaciones en Ibiza. Vaya mierda.
Por eso igual no salgo nunca. O mejor aún. ¿Y si salgo y no vuelvo? ¿Y si me quedo a vivir aquí?

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