miércoles, 5 de junio de 2013

Algunas cosas no han cambiado - Pau

Algunas cosas no han cambiado, sigue manteniendo la figura juvenil que siempre tuvo, un poco encogida, sí, el peso específico de los 70 años. Los ojos, siempre los ojos, son los testigos silenciosos pero elocuentes de nuestro momento en el tiempo. Los tuyos hablan de una vida sencilla, áspera muchos días, trabajada y, a veces, recompensada. Viviste una larga vida, casi siempre en vilo, con un mínimo de tensión necesaria para mantener la alerta.
Nunca dejar de nadar. Tú sabes que no eres de esos que si dejan de nadar no avanzan pero flotan; tú te ibas a pique si no nadabas.
Los achaques físicos no empañan la imagen retrospectiva de una vida aprovechada y bien vivida, sabiendo encontrar la carne pegada al hueso, floreciendo oportunamente con un poquito de lluvia, sabiendo esperar y subiendo en marcha a trenes que nadie sabía cuando pasarían.
Hay huellas hondas de amor y de hermosos recuerdos, bien visibles en el rastro vital. También, claro muchas lágrimas llenando pequeños aljibes internos, de penas y desesperanzas. Mientras tanto, el presente es tranquilo: es la edad y un poco de sabiduría. Sientes agradecimiento por haber vivido lo suficiente para experimentarlo.
Ahorala vida, tu vida, ha llegado al remanso en el que descansa el río que un día fue torrente y ya intuye en el aire la sal cercana del mar ineludible.

1 comentario:

  1. Gracias por tus palabras. Me reconozco en muchas de ellas.
    Un beso,
    La que sigue nadando a pesar de las corrientes.

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