Corría montaña
abajo, sin recordar desde hacia cuanto, no importaba, solo deseaba sentir el
movimiento de mi pelo, con la velocidad, el palpitar cada vez mas fuerte de mi corazón el calor que recorre mi cuerpo y el contraste
con el aire frío que entra por mis pulmones… la libertad.
Las ramas de
algunos árboles me dan en el rostro, no me molesta, incluso me gusta. La tierra
esta aun húmeda por las lluvias de días anteriores, es mi época favorita del
año, el final del invierno, Con promesas de días mas largos y calidos. Huelo
agua cerca… aminoro el paso para escuchar ya que muchos somos llamados a pasar
nuestro tiempo a la vera del río y no todos comprendemos el compartir de la
misma forma. Algo me intriga. Me acerco
muy lentamente escondiéndome entre los árboles. Un humo color plata se acerca
lentamente, como un hilo de luz, delicado, casi efímero, me acerco a el y me
envuelven sueños de amor y alegría, pasos ligeros sobre la hierva húmeda,
perfume de flores y madera cuatro patas diferentes a las mías, de a pares,
blandas.
Cada forma de vida con sus sueños tan
similares, me acerco despacio para no despertar a la mujer que duerme envuelta
en el humo plateado de sus sueños jóvenes y despreocupados. Un suave susurro
soy.
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