lunes, 13 de mayo de 2013

La jubilación - Cristina

Como era de esperar fuimos todos los amigos que aún estábamos en pie, su familia y también algunos de sus  ex-alumnos. Sus convocatorias siempre nos alegraban, en parte gracias a sus dotes como destilador de licores, que aunque el médico le ha prohibido beber alcohol, él por darnos el gusto sigue regalándonos nuevos licores, aunque dicho sea de paso, la prohibición se extiende a la mayoría de nosotros, sus viejos compañeros de viaje.
Hoy nuestro amigo celebró su jubilación después de 25 años de docencia. Y ha querido celebrarlo en su casa como a él le gusta, rodeado de toda su gente y comida, mucha comida, jamas ha conseguido calcular la cantidad de comida para estas reuniones. De hecho, desde hace muchos años tiene un congelador exclusivamente para guardar todos los tappers con los restos.

Cuando nos disponemos a cenar me percato de la cantidad de panes diferentes que hay sobre la mesa. Los panes, algo que con el tiempo se convertiría en algo más que un hobby. Abrió una panadería en el año 2018 después de dejar el Ayuntamiento, harto de tanta hipocresía política. Cambio su destino y se hizo panadero. Durante un tiempo parecía feliz. Pero el peso de una educación recibida lo llevo a preparar oposiciones y fue entonces cuando saco la plaza de profesor. Por supuesto, la saco a la primera. Dejo la panadería, pero la dejo en buenas manos, las mías. Hicimos un intercambio, oposiciones por la panadería. Yo le ayude con las oposiciones  y él me enseño a hacer pan.

La docencia le hizo ser más paciente. Los primeros años fueron muy duros, debido a la crisis los muchachos no estaban  motivados y el esfuerzo por llegar a ellos lo dejaba exhausto, dudo en dejarlo y empezó a plantearse la idea de irse fuera,  volver a Francia , de hecho al tercer año pidió una excedencia pero un acontecimiento inesperado le devolvió a las aulas y a nosotros.

Cuando yo me jubile su sobrina Olivia se hizo cargo de la panadería y aún hoy sigue regentándola junto con su marido Jordi. Nuestro amigo se deja caer una vez por semana y amasa unos panes para llevarse a casa. Adora a Olivia y disfruta de su compañía, hablan de sus cosas mientras amasan, es uno de sus mejores momentos de la semana. Otro gran momento son los paseos junto con su perro Byron, inseparables desde hace 13 años, cuando sufrió una caída que le apartó de la competición. Como le vimos muy afligido le regamos a Byron, un perro de lo más aristocrático. Están echos el uno para el otro. A Byron le gusta la literatura, desde pequeño nuestro amigo le leía relatos. Cuando eran de miedo, se escondía entre sus piernas y él lo cogía entre sus brazos y lo acurrucaba. Ahora que Byron es mayor y tiene gusto literario, cuando algo no le gusta ladra, no para de ladrar.

A pesar de los años sigue siendo un ser inquieto y nos sigue sorprendiendo con sus ideas para seguir activos mentalmente. La última ,escribir cuentos para niños. La idea parte de una ONG, el fin, recaudar fondos para ayudar a niños explotados en países de América Latina y en esa andamos todos liados.

Los viejos amigos queríamos hacerle un regalo  y al final después de muchos descartes decidimos escribir una carta conjunta sobre la amistad. Cuando se la dimos no dijo nada, simplemente nos abrazo. Al cabo de un rato le vi en la terraza con la carta abierta  en la mano,observándonos a todos con una gran sonrisa.
Me alegra ver a mi amigo feliz, contento con la vida que le ha tocado vivir, tranquilo y sosegado.
La amistad es, ha sido y será uno los pilares de su vida, algo que los viejos amigos compartimos.

Por muchos años, Antonio
Feliz jubilación!

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