martes, 10 de diciembre de 2013

El hombre frente a los Tanques de Tiananmen - Guillermo








Este hombre tiene un nombre, pero aún permanece desconocido.

Se dice lo fusilaron días después de la revueltas. Otros afirman que está vivo,

y reside en algún lugar de la China continental.



Los tanques entraban a Pekín, pretendían reprimir violentamente las protestas democráticas contra el gobierno. Miles de estudiantes, obreros e intelectuales marcharon exigiendo reformas de la libertad de expresión y diálogo entre las autoridades del gobierno y los representantes de organizaciones estudiantiles y obreras.

El lamentable desenlace lo conocemos todos: un baño de sangre y fuego del que aún se desconoce el número exacto de víctimas.



El hombre de la camisa blanca se detuvo frente a la columna de tanques.

Portaba sendas bolsas, una en cada mano. Estos disminuyen su marcha, el tanque en cabeza intenta sortearlo sin resultado, el hombre se interpone en su camino repetidamente. Se detiene toda la columna, el hombre sube al primer tanque y sostiene una conversación con el conductor. Luego baja del mismo y vuelve a interrumpir el paso de la columna. El hombre de la camisa blanca agita continuamente sus bolsas.

Varias personas ingresan a la vía para coger y llevarse al hombre entre la multitud

agolpada en la plaza.



No sabremos nunca

Lo que el hombre de la camisa blanca

llevaba en sus bolsas

 –aunque apuesto que su vida–



No sabremos nunca

lo que se dijeron con el conductor del tanque

–aunque tenemos la certeza de que el militar habló con miles–

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