sábado, 26 de abril de 2014

Cuaderno de bitácora: sesiones 60 y 61


Sesión 60

 

Domingo, 9 de febrero de 2014, seis de la tarde, reunión en Can 401. Asistimos a la sesión: Silvia, Pau, Rocio, Romanie, Paco, Cris, Guillermo, Anahi y Antonio.


Ejercicio:  Escrito en tercera persona y en pasado. Lo continuará un@ compañer@ en la siguiente sesión.

 Compartimos los textos de Cristina:
  • http://elgrupociento34.blogspot.com.es/2013/08/el-tocapelotas-cristina.html

Sesión  61

Viernes 7 de marzo, ocho de la tarde, reunión en Can Alone. Asistimos a la sesión: Silvia, Pau, Rocio, Romanie, Paco, Cris, Guillermo, Anahi y Antonio.

Ejercicio: Reformulamos el texto de un@ compañer@ de la sesión anterior, esta vez en presente y en primera persona.

Lecturas compartidas:
  • Jean Echenoz: "Relámpagos"
  • Leopoldo Mª Panero: "Agujero llamado Nevermore"


Agradecimiento - Silvia 2


Dos perros nos saludan al entrar. Sus dueños nos acogen amablemente y empieza el reencuentro con los literatos. Algunos están allí, otros llegan mientras observamos las obras de arte que crea pacientemente la anfitriona.
Empieza la sesión. Mi mirada absorta en el fuego del hogar. El torbellino de mi mente logra concentrarse y penetrar, mediante los fantásticos relatos que van surgiendo de la boca de sus creadores, en su rico mundo interior.
Muchas gracias.

75 palabras - Anahi



Por la ventana veo el día envejecer, digno, majestuoso, su tiempo termina para que puedan venir los siguientes, ni un arrebato de malicia deseando permanecer más de la cuenta. Sentada en la hamaca siento la paz de saber la tarea cumplida.
  Dejaré mis sueños inconclusos en las nubes para que rieguen el trigo, o los arrastre el viento, se enreden en el pelo de los niños, les veré perderse en la distancia. Es mi destino.

Finalizan dos meses de estancia en Pune - Romanie


Olores intensos, bocinazos constantes, caos fluido, inpuntualidad aprobada, inciensos  fragantes, multiples dioses, rickshaws, CO2, murciélagos fruteros, perros moribundos,orina humana, smartphones, azafrán, mendigos profesionalmente desaseados, millonarios relativos, monos, todo es negocio, picante angustiante, belleza sucia, crueldad, colores radiantes, circulación salvaje, ni hola ni adios ni gracias, abundante oro y brillantes, patrones hipnotizantes, aroma de cardomomo y rosas. Belleza y atención para los Dioses. Sacrificio y mugre para los ciudadanos.

75 palabras - Silvia



Roberto subió a lo alto de la colina. El día era hermoso, soleado, los pájaros cantaban. Desde allí se disfrutaba de una preciosa vista del valle. La colorida aldea de casas antiguas relucía junto al río, que trazaba su camino plateado.
Era todo un acontecimiento que el presidente viajara hasta allí a conocer su tradicional fiesta de la cerveza.
Buscó un lugar cómodo, armó su rifle, comprobó el ángulo de tiro y descansó mientras esperaba.

Cumpleaños feliz - Cristina


Mi vecino cada año celebra su cumpleaños por todo lo alto ,él no lo sabe pero tenemos algo en común.Los invitados eran muchos más que en años anteriores.Entre tanto alboroto alguién empezó a cantar cumpleaños feliz, me coloque delante de la tarta inspiré profundamente y exhale el aire a mis cincuenta velas, acto seguido subi al dormitorio mientras el ruido a través de la pared revelaba que este año ,el suéño, llegaria al amanecer.

75 palabras - Antonio

Rafa y yo crecimos juntos en este barrio de cemento y fronteras imaginarias con el único horizonte de la playa abierta al sur, un pueblo abierto al mundo que espera que todo llegue desde lejos. Fronteras mentales con los ojos abiertos, abrazados por el gris y vistas al mundo más allá del azul. Queríamos abarcarlo y cambiarlo todo, hasta comprender dónde llegaban nuestros brazos, nuestras ganas y diferenciar los sueños de arena entre los dedos.

Cuaderno de bitácora: sesión 59


Sesión 59
 
Domingo, 26 de enero de 2014, seis de la tarde, reunión en Can Liliput. Asistimos a la sesión: Silvia, Pau, Rocio, Paco, Cris, Guillermo, Anahi y Antonio. Romanie envia su texto. Silvia 2 asiste como oyente

Ejercicio:  Microrrelato de 75 palabras.

 Compartimos los textos de Silvia.
  • http://elgrupociento34.blogspot.com.es/2013/10/un-cuento-de-mar-silvia.html

- Lecturas compartidas:

  •  John Burnside: poema "Otra vida"

Momento congelado - Romanie

Una bouganvilla magenta y otra rosa viven abrazadas a la casa. Comparten el patio con kalanchoes y un viejo hibisco. Junto a ésta, hay unos escalones que unen la casa con un muro blanco. Al otro lado de este muro viven otras plantas, pero la que asoma al patio es la adelfa.
  El hibisco habla cada día con sus vecinas las bouganvillas. Negocian el espacio que cada una puede ocupar y la humedad que absorben. También se ayudan, a algunas horas del día una da refugio a la otra y viceversa. El hibisco también quiere acercarse a la adelfa. Se miran y hablan desde un extremo al otro de la escalera y el muro que las divide. La adelfa ve mucho más desde su ubicación. El hibisco lleva toda la vida en el patio. Le pregunta cómo es la vida al otro lado. Anhela sentir las brisas que tanto la hacen bailar pero reconoce que tienen constituciones distintas y aunque un día llegue a elevarse tanto para ver al otro lado y sentir las brisas del valle, nunca se moverá con tanta elegancia como ella.
   A la adelfa le gusta ese protagonismo que le da el hibisco y se crece tanto contando historias del otro lado, que a veces mezcla la fantasía con la verdad y se le escapan mentirijillas. Ahí es cuando la bouganvilla magenta que también ve al otro lado, le da un toque de atención, pero al hibisco le da igual que sea verdad o no, simplemente le encanta escuchar historias del más allá.
Abajo entre las rocas del patio,  se ha instalado un a familia de kalanchoes que levantan sus brazos al amanecer para recoger cada gota de rocío y refrescar su paciente existencia. Es una familia ahorradora. Viven con tan poco pero sin embargo, a raíz de aprovechar al máximo sus pocos recursos, cada año aumenta el número. Modestas y silenciosas pueden pasar desapercibidas.
  Hoy, entre las bouganvillas y el hibisco, acaban de florecer los azafranes. Son muy ruidosos y cantan mucho. Las demás plantas las aguantan porque son como un circo que llega a un pueblo, que trae color y entretenimiento, pero en seguida desaparecen. Son pasajeros y alegres. La familia de kalanchoes se los miran desde el otro lado del patio. El padre, el más grande, que está a un pasó más adelante que su familia, encuentra que los azafranes son infantiles y superficiales. Mirándolos, les explica a su familia que esa forma de ser no lleva a uno muy lejos. Compara su estabilidad y persistencia con la alegría pasajera de colores brillantes. Tanta intensidad para rápidamente morir.
Los azafranes hablan mucho. Muchísimo. Tanto, que no se escuchan entre sí. Solo si na empieza a entonar una canción, las demás le siguen en la melodía. Se ríen a carcajadas y vuelven a hablar. No oyen las críticas de los kalanchoes ni les importa, su existencia es tan breve que cada instante es alegría. Desde arriba, las bouganvillas y el hibisco las miran y sonríen. Por fin el hibisco tiene una historia que contarle a la adelfa, algo que no alcanza ver dentro de su patio.

Testimonio del proceso analítico con una niña anoréxica de 6 años - Romanie

Una vez más ante el ordenador. Qué gran variedad de actividades distintas acaban pasando por el uso de esta pantalla. Me encuentro abriendo esa ventana llamada Google que ejerce de oráculo. Pregúntale lo que sea, que alguna respuesta tendrá.
Introduzco esa secuencia de palabras acordadas para este ejercicio: “pesaba casi 1,400kg” y aparecen 282.000 resultados en 0,24 segundos. Coches, bebés, pescados, adelgazamientos, mascotas, infinidad de situaciones en las que algo o alguien pesaba casi 1,400kg., aquí es donde me encuentro con Milagros. La historia la cuenta una psicoanalista y Mili es una paciente de seis años que padece anorexia. Sus padres la llevan a terapia después de dos años alimentándola a través de una sonda. Mili nació prematuramente a los seis meses y medio de gestación, pasó 33 días en la incubadora y 11 enchufada al oxígeno. Nunca aprendió a masticar, solo chupaba. Rechazaba toda comida sólida. La psicoanalista indaga en su pasado y encuentra muchas relaciones a este problema. El que me pareció más relevante fue que su madre padecía de una depresión que le había quitado el apetito, también durante este embarazo. Yo me preguntaba cómo es posible llegar a un punto tan extremo del problema a tan corta edad, pero el hecho de que su madre estuviera apática hizo que no fuera relacionando las pequeñas señales anteriores.
   Durante este trabajo terapéutico me llama la atención que aprende a masticar usando chiclets y jugando a hacer pompas. Descubre la mordida y pasa incluso a morder a sus amigos y familiares.
   La introducción de alimentos se hace con juegos y dibujos. Procesos asociativos positivos. Interesante. La niña es muy inteligente. La psicoanalista tiene una cita acerca de este tipo de pacientes que me resuena: “ ...generalmente han tenido buen desempeño escolar, y son alumnas estudiosas y sobrexigentes, aunque con un vacío de verdadero interés y entusiasmo por la actividad intelectual.”
  Esta cita me remite a casos de niños con los que trabajo. Vienen de un entorno competitivo y se les valora excesivamente las notas como medalla o como galón del que fardar y luego hay mucha falta de relleno para esos pilares. El vacío aprendemos a llenarlo de muchas formas pero si aprendemos a valorar los detalles, los procesos o un saber estar con uno mismo, todo ese conocimiento no serviría de mucho. Seguiríamos siendo infelices.... y vuelvo al ordenador, a internet, a Google, al oráculo, pregúntale lo que sea, siempre hay respuestas. Todo es inmediato, solo en 0,24 segundos. Me recuerdo que debo fijarme en el proceso, disfrutarlo, saborearlo, pausadamente, que la mágia está en los detalles. Esto me abre el apetito por la vida.