martes, 4 de febrero de 2014

Objeto perdido - Romanie

Hace tiempo ya que lo perdí y todavía me encuentro a ratos dedicándole tiempo a repasar los hechos minuciosamente para intentar dar con el momento preciso en el que lo perdí. A veces incluso repasando otra vez en los lugares en los que estuve aquel día, buscando señales que me ayuden a recordar. Incluso me creo que lo voy a encontrar allí donde lo perdí. Sé que es una idea absurda, pero dentro de este estado, que ya se ha convertido en una especie de obsesión, casi cabe cualquier posibilidad.
Cuando llego a poder rescatar esa parte de lógica que aun funciona en mi cabeza sé que es imposible que lo vuelva a encontrar. Aun no me he perdonado por ese despiste. Es curioso como resulta que durante todos aquellos años en los que me acompañó nunca lo valoré tanto como ahora que ya no lo tengo. Esta es otra razón por la que me molesto .
En cuanto a la actividad automática e inútil que ejerce mi mente, hoy me he vuelto a encontrar fantaseando acerca de la nueva vida que podría llevar. Me imagino que la persona que lo recoge lo hace por inercia sin conocer su valor y lo mete en un cajón. Me entristece. Así que luego imagino que alguien que sí que lo valora, lo encuentra en ese cajón y se lo pide. Me imagino que esa persona se pasea por la calle Ignacio Wallis justo cuando paso yo, y, y, y , ahí me quedo atascada. Me doy cuenta que no sé cómo pedírselo de vuelta y cómo justificar que es mío, y cómo no ofenderle y pensar que la trato de mangui. Ahí me doy cuenta de que tengo que soltar este tema. Ya pasó. No vale la pena. Ahora le toca a otra persona ser feliz con ello como lo fui yo. Ya está. Ahora solo es un objeto perdido.

No hay comentarios:

Publicar un comentario